
Salimos a la calle, 35 mm en mano, ese olor a vintage que atrapa de Lisboa. | lisboa vintage
Azulejos que combinan con un entorno en el que se ha parado el tiempo. Atisbos de melancolía en la ciudad del fado, que no solo se aprecian en las melodías. A vida portuguesa, que mantiene vivas las marcas que han sobrevivido con el paso del tiempo y el contraste de la Feira da Ladra o Mercadillo de la ladrona, dónde los lisboetas quieren deshacerse de lo que ya no usan. Saboreando la cereza silvestre de la conocida Ginja, cogemos el tranvía hacia Alfama y pasando por el Barrio Alto descansamos al final con vistas al Tajo.
Y me quedo con ganas de más. Los que habéis estado allí lo sabéis: Lisboa es para volver.
Os dejo con una pequeña muestra de mi visión de Lisboa, que me pedía a gritos que la capturara en film, con una Canon EOS 300 y película Kodak Portra 400. Revelado y escaneado: Filme Tailer.
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