
Una Caja kraft con mucho mimo…
Los buenos recuerdo son merecedores de preservarlos y poderlos rememorar años después. Desempolvar el viejo baúl, donde en su día guardaste grandes tesoros y con ilusión, descubrir que trocito de tu vida escondías con tanto ímpetu. Somos lo que en su día vivimos, un recuerdo de ese instante. Oler, tocar una foto, es trasladarse hasta ese preciso momento y ver como la fotografía va cogiendo vida. No imaginamos el día de mañana sin fotos, llamarnos nostálgicos, románticos, pero nos gusta la idea de poder mirar al pasado y saber de nuestra esencia.
Una cajita de sorpresas, con unas fotos impresas en papel de algodón fine art y la mejor tinta que pueda colorear esos pequeños grandes momentos.
COMPARTE ESTA HISTORIA