
Hay pueblos que tienen encanto por si solos, pero quien realmente los llenan de magia son las personas que habitan en él. La boda de Zutoia e Ivan transcurrió en uno de estos pueblos, Ereño.
Desde la mañana, muy temprano, nos esperaba Zutoia con su vestido de Pronovias. La maquilladora de Littas la dejó guapísima y el tocado de Cherubina nos encantó.
La sesión de pareja la hicimos en el caserío de la familia de ella, un sitio precioso lleno de rinconcitos con encanto.
El banquete fue en el restaurante Arita Berri, también en Ereño, con un personal chapó. La pareja fue quien se encargó de decorar muchos de los detalles del restaurante.
Gracias almeriense y ereñarra por dejarnos formar parte de este día.
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